¿Cuando fue la ultima ves que observaste el intenso color de
una flor? y el cielo azul?.. cuando fue la ultima ves que un color no solo
entro por tus ojos sino que se mezclo con tu alma?...
Mi vida podría haber sido catalogada
de sencilla aunque tampoco fue estándar, mis padres murieron
cuando yo era muy pequeño y quede a cargo de una tia soltera que trabajaba todo
el día.
Criándome en soledad y acostumbrándome a ella,
empece a perder la noción de los colores, de la felicidad, no es que
no fuera feliz con mi tía, sino que simplemente mi vida había caido
en una eterna rutina. Levantarse todos los días a la misma hora,
recorrer los mismos caminos, ver a las mismas personas , los mismos lugares...
Todo aquello había echo que, perdiera la emoción por
vivir, limitándome simplemente a ello, a la rutina.
Lo único que mas o menos
me parecía emocionante, eran mis clases de violín, desde pequeño
estudio música en general y cuando mis padres murieron, rogué a mi
tía que me dejase seguir con las clases, a lo que ella accedió de
buena gana, la buena mujer solo quería verme feliz.
Ahora con diecisiete años, el camino al instituto
de música es parte de mi rutina semanal, aunque me la sé de memoria, el paisaje
para mi se volvía.. insulso, edificios, autos, la vereda,
lo único que variaba era el contenido de las vidrieras a medida que
pasaba el tiempo.
Entonces fue cuando lo vi, o mas bien mi mirada se cruzó con
una purpurea intensa, dulce y penetrante, no pude ver bien su rostro porque
aquel color me había paralizado unos segundos, hasta que la bocina de
un auto me saco de mi trance.. me había parado en medio de la
calle petrificado con aquella mirada y el auto apenas si logro esquivarme
, dejándome como recuerdo un bocinazo y un par de insultos .
Corrí hasta la otra parte de la calle, y a pesar del
susto sonreía como un idiota.. Entre corriendo a mi clase de violín y
mi mente no podía dejar de pensar en esos hermosos ojos, y en su
dueño o dueña, me había enamorado, si enamorado profundamente de esa
mirada... hasta la música ese día parecía nacer mas
bella de mi
viejo violín, sonreía y sentía algo cálido nacer
de mi, era felicidad, si felicidad, como un respiro de aire puro luego de años
de encierro...
Cuando salí, el atardecer teñía los conocidos
edificios de un naranja intenso a medida que el cielo azul oscuro
se imponía . Camine a casa con un par de compañeros, que hablaban de
un campamento el fin de semana, por regla general yo no iba, digamos que la
naturaleza no me llamaba, pero esta ves, acepte.. La brisa primaveral, el
sonido de
la música aun envolviéndonos me hacían sentir
como una nueva persona.. y sobre todo...
Mi mundo acromático habia tenido
una explosión de vivos colores
Sebastian un estudiante de secundaria y prestigioso violinista, nos cuenta como su mundo rutinario y gris se llena de colores al enamorarse de otro chico, pasando por momentos felices y otros no tanto hasta encontrar el verdadero amor.
Sebastian un estudiante de secundaria y prestigioso violinista, nos cuenta como su mundo rutinario y gris se llena de colores al enamorarse de otro chico, pasando por momentos felices y otros no tanto hasta encontrar el verdadero amor.
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